Plataforma secreta de inteligencia artificial de HHS puede predecir brotes de Covid-19 dentro de Estados Unidos con semanas de anticipación

Se ha agregado un nuevo módulo impulsado por IA al controversial y secreto sistema de protección del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos (HHS, por su sigla en inglés) para reunir datos relacionados al Covid- 19. Está configurado que finales de este año, este confuso sistema, pero progresivamente influyente, prediga brotes de Covid-19 sin recurrir a las pruebas tradicionales.

Hace 2 semanas, el 24 de septiembre, el HHS hizo pública una solicitud para crear un nuevo “sistema de alerta temprana” que podría “detectar y rastrear trazas del coronavirus en aguas residuales comunitarias, recopilar los datos y realizar análisis predictivos” con el fin de dirigir estrategias de reapertura y mitigación, y también servir como indicador principal para eventos locales de re emergencia para habilitar un confinamiento rápido”. El HHS buscaba un proveedor para diseñar el nuevo sistema para detectar el Covid-19, con la esperanza de tener un nuevo sistema operacional en al menos 42 estados de ese país para finales de año.

La primera fase del proyecto propuesto involucraría hacer pruebas e informes de aproximadamente cien plantas de tratamiento de aguas residuales en los Estados Unidos, lo que cubriría aproximadamente el 10% de la población. Según la solicitud, el HHS se reserva la opción de expandir el programa para incluir hasta 320 plantas de tratamiento de aguas residuales, que abarcan alrededor del 30% de la población. También se afirmaba que las pruebas de aguas residuales permitirían a los funcionarios del HHS predecir nuevos casos de Covid-19 de cinco a once días antes de un brote.

La iniciativa parece ser una expansión de una “nueva herramienta de salud pública” que se anunció el mes pasado por el HHS y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades​ (CDC, por su sigla en inglés) llamado Sistema Nacional de Vigilancia de Aguas Residuales. Esta herramienta se diseñó originalmente para “ayudar a los funcionarios de salud pública a comprender mejor el alcance de las infecciones de Covid-19 en las comunidades”. Sin embargo, de acuerdo a la reciente solicitud del HSS, el sistema de vigilancia de aguas residuales ahora se utilizará para predecir brotes antes de que ocurran y dirigir los esfuerzos de “contención rápida” en comunidades “en riesgo”.

En el núcleo de este nuevo sistema de alerta temprana que se basa en la vigilancia de aguas residuales existe una plataforma de datos secreta que el HHS lanzó a principios de este año llamada HHS Protect. El HHS describe a Protect como “una plataforma segura para la autenticación, la fusión y el intercambio de información médica” que combina “más de 200 fuentes de datos dispares” de gobiernos locales, federales y estatales, como también de la industria de la atención médica privada.El HHS Protect está construido en gran parte a partir de un software obtenido de Palantir, la controversial empresa de minería de datos cuya creación fue financiada por el multimillonario de Silicon Valley, Peter Thiel y por la In-Q-Tel de la CIA.  Además, el único cliente de Palantir durante sus primeros años, de 2005 a 2008, fue la propia CIA. La agencia ofreció una “orientación” para el desarrollo de los productos de Palantir, incluyendo aquellos en los que el sistema HHS Protect está basado. Actualmente, Palantir es el principal proveedor de las 17 agencias de inteligencia de los Estados Unidos, incluyendo la CIA, como también el Departamento de Seguridad Nacional, el ejército y muchas otras agencias federales.


Planta moderna de tratamiento de aguas residuales y urbanas. Vista aérea desde drone.

Palantir se encuentra participando de forma activa en el HHS Protect, con un rol que hace mucho más que solo suplir el software principal. Por ejemplo, en mayo, HHS mencionó que la colaboración del departamento con Palantir a través de HHS Protect, “está en curso” y la meta del proyecto incluye “tratar de anticipar donde el virus se dirige”. Un informe publicado en mayo sobre la colaboración entre el HHS y Palantir también señaló que no está claro cuál es el producto de Palantir que estaba utilizando el HSS. Allí también se indicó que el gobierno no estaba recopilando información personal a través de HHS Protect, aunque “planea hacerlo”.

En julio, la revista Science informó que, en nombre del HHS Protect, “Palantir está acumulando información sobre la propagación del nuevo coronavirus en nombre del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos, basándose en más de 225 conjuntos de datos, incluyendo estadísticas demográficas, pruebas basadas en la comunidad y una amplia gama de datos proporcionados por el estado”. No está exactamente claro qué datos se están introduciendo en el sistema y si todos son relevantes para el propósito oficial del HHS Protect en lo que se refiere a la respuesta del gobierno al Covid-19.

En julio, un gran número expertos en salud, epidemiólogos, entre otros, criticó de forma severa el HHS Protect por la repentina decisión de HSS que forzó a los hospitales a entregar toda la información relacionada a casos de Covid-19 e información de pacientes directamente a HHS Protect por medio de otro proveedor llamado TeleTracking. Esa información se presentó previamente a un sistema gestionado por CDC llamado Red de Seguridad Nacional de Salud. Unas semanas después, a fines de agosto, la administración de Trump comunicó que revocaría los fondos de Medicare y Medicaid a cualquier hospital de EE.UU. que optara por no cumplir con la introducción de los datos de todos sus pacientes Covid-19 y los resultados de las pruebas en el “ecosistema” de HHS Protect.

Una mirada nueva

Desde su lanzamiento en el mes de abril, HHS Protect ha sido polémico, como también una parte importante en la toma de decisiones entre bastidores por altos funcionarios a nivel federal y estatal sobre las políticas del Covid-19. Por ejemplo, el Centro para la Integridad Pública informó que la mayoría de los datos básicos relacionados al Covid-19 contenidos dentro del sistema HHS Protect “permanecen en secreto y algunas veces ocultos de los funcionarios de salud pública”. El informe también señaló “que las recomendaciones secretas del grupo de trabajo de la Casa Blanca a los gobernadores utilizan datos del HHS Protect sobre las tasas de positividad de las pruebas de las ciudades. Sin embargo, la Casa Blanca no publica esos informes” y agregó que “todo este conjunto de datos nacionales no se encuentra en ninguna parte ni tampoco en algún sitio web federal”.

Sin embargo, el HHS Protect ha hecho mucho más que solo informar sobre estas “recomendaciones secretas” del equipo de trabajo del coronavirus de la Casa Blanca. Por ejemplo, el sistema HHS Protect, impulsado por Palantir, también identifica a los pacientes de covid que serán utilizados en ensayos clínicos de vacunas, determina como el gobierno federal distribuye el fármaco antiviral remdesivir e informa sobre las “alertas de brotes” que los miembros del equipo de trabajo de la Casa Blanca, junto con su consejera la Dra. Deborah Birx, les notifican a las ciudades a lo largo del país.

El Centro para la Integridad Pública indicó que el HHS Protect permite a los funcionarios “analizar, visualizar y trazar información para que ellos puedan, por ejemplo, observar cómo el debilitamiento de las ordenanzas de salud locales puede afectar al gasto de los restaurantes y a las muertes a causas del coronavirus en ciudades de tamaño mediano por todo Estados Unidos”. En otras palabras, es esencialmente una herramienta que permite a funcionarios a microgestionar cada aspecto de las respuestas al Covid-19, como también a predecir el impacto económico de las cuarentenas y otras políticas relacionadas al Covid-19.

Troy Sledge, supervisor administrativo del Hospital Saint Francis, escribe en una pizarra con datos de Covid 19 el día 16 de abril en el centro de mando del coronavirus del hospital. Los hospitales son encuestados a diario por funcionarios estatales de salud sobre su capacidad durante la pandemia. Archivo IAN MAULE/ Tulsa World.

El aspecto “predictivo” de HHS Protect no solamente establece un gran impulso del sistema de alerta temprana de las aguas residuales, también lo hace desde un componente de la plataforma impulsada por inteligencia artificial (IA) llamado HHS Vision, cuyo propósito es ayudar a los funcionarios a predecir los impactos de las políticas de intervención propuestas por el gobierno.

Según Jose Arrieta, el ex funcionario jefe de información de HHS que renunció abruptamente en agosto, HHS Vision “utiliza algoritmos prescritos para simular comportamientos y predecir posibles resultados” a través de “aprendizaje automático supervisado”. Arrieta también indicó que HHS Visión no incluye ningún componente de software comprado a Palantir. Durante su permanencia en HHS, Arrieta fue un defensor férreo del uso de IA, Blockchain y otras “tecnologías emergentes” por parte de la agencia y quiso usarla como un banco de ensayo de estas tecnologías, particularmente en colaboración con el Pentágono.

Aparte de los dichos de Arrieta, existe poca información pública sobre HHS y sus capacidades. Lo que se conoce es que los esfuerzos para crear HHS Visión comenzaron en julio, cuando HHS le adjudicó el contrato por su creación a Vertosoft, una compañía contratista relativamente pequeña que se enfoca en la venta de “tecnologías de emergencia” al sector público. Vertosoft y su equipo ejecutivo, tiene lazos bastante estrechos con el gigante de la industria tecnológica IBM, ya que Vertosoft comercializa software de IBM al gobierno de Estados Unidos. Además, el actual presidente y el vicepresidente de las ventas federales de Vertosoft son altos ejecutivos de IBM en su división del sector público, IBM Federal. El rol que tiene IBM aquí es destacable, apenas el año pasado, la CIA contrató a la vicepresidente de IBM Federal, Juliane Gallina, como jefe de información. En ese cargo, Gallina supervisa “los esfuerzos de modernización de la CIA, además de hacer un mejor uso de la gran cantidad de datos que la agencia posee”.

Biobot y “alcantarillas inteligentes”

Al informar sobre los planes de HHS de agregar un componente nacional de vigilancia de aguas residuales a HHS Protect y sus esfuerzos de respuestas al Covid-19, el CNBC comentó que la solicitud “parece estar diseñada para una compañía en particular, Biobot Analytics”. Biobot Analytics se creó inicialmente en el MIT y se describe así misma como “la primera empresa en el mundo que comercializa datos obtenidos de alcantarillas.” El CNBC indicó que Biobot afirmó recientemente que ya se había asociado con plantas de tratamiento de aguas residuales en 42 estados que monitorearían el 10% de la población de Estados Unidos, lo cual es semejante a las metas de la Fase 1 del nuevo programa de HHS descrito en la solicitud. El CNBC también señaló que la solicitud no solo declara que el contrato se lo adjudicará una pequeña empresa de mujeres, como Biobot, sino también se estableció que el periodo de oferta se terminará el día después que se publicó, una oferta inusualmente corta.

Aunque ahora promueven su vigilancia y análisis de aguas residuales como “un enfoque prometedor para el monitoreo proactivo de brotes”, Biobot se enfocó en un principio en el análisis de las alcantarillas para determinar la frecuencia de uso drogas, opioides en particular, en diferentes áreas del país. La empresa previamente colaboró con HHS para este propósito. La historia de Biobot revela de forma clara que planean “comercializar datos obtenidos de las alcantarillas” de maneras que van mucho más allá del monitoreo de Covid-19.

En un artículo científico publicado en enero del 2020, antes que la compañía diera un giro a realizar testeos de Covid-19 en aguas residuales, el equipo de Biobot afirmó que su podría proporcionar “un método potencial para cuantificar las tendencias a nivel comunitario de la exposición a opioides más allá de los datos de sobredosis” que “podría utilizarse para detectar patrones de exposiciones a opioides y podría, en última instancia, otorgar información sobre el tratamiento del trastorno por consumo de opioides y programas de reducción de daños. Como se revela en este artículo, Biobot usa “selección inteligente de alcantarillado y recolección robótica de aguas residuales”.

Un proyecto del MIT denominado “Underworlds”, el precursor directo de Biobot, indica que los datos que Biobot ahora busca para comercializar no solo podría ofrecer percepciones en consumos de drogas o brotes de enfermedades contagiosas, sino también podría entregar información sobre “hábitos alimenticios” y “tendencias genéricas” de la comunidad para “desarrollar lecturas individuales de vecindarios en concreto”.

PROYECTO UNDERWORLD DE MIT, SEÚL 2017. Seúl, Corea. Se visualizan datos obtenidos en tres distritos de la ciudad que poseen características demográficas diferentes: (i) Gangnam-gu, un área residencial de clase alta, (ii) Mapo-gu, un vecindario donde viven artistas jóvenes y diseñadores, y (iii) Seongbuk-bu, una aldea localizada en una ladera conformada por edificios distanciados y una población mayormente anciana.

El proyecto Underworlds del MIT y su spin-off comercial Biobot fueron elogiados en el 2019 en un libro llamado “Las Ciudades Inteligentes en la Era Post Algorítmica” por promover “una dimensión clave del movimiento de la ciudad inteligente” mediante la combinación de “genómica, robótica y planificación urbana para abordar los problemas de salud pública”. Los autores discuten que si alguna ciudad utiliza tecnología de Biobot se podrían “medir los efectos de los cambios de las políticas y otras intervenciones de salud pública, tales como el impuesto al azúcar y prohibiciones de ciertas sustancias” si es que se identifican, mediante las alcantarillas inteligentes, muchas de las sustancias “prohibidas” o se evidencian malos hábitos alimentarios.

Ya se han estado implementando las alcantarillas inteligentes a lo largo de los Estados Unidos, como en Cincinnati, Ohio, South Bend y la Ciudad de Kansas, Missouri, entre otras. Ahora, bajo el disfraz de combatir al Covid-19, Biobot está preparado para construir un sistema nacional de alcantarillado inteligente gestionado por HSS y su sistema HHS Protect impulsado por Palantir. Como lo indica la colaboración previa de Biobot con HHS para monitorear el consumo de drogas ilícitas, es muy poco probable que este próximo sistema de vigilancia del alcantarillado a nivel nacional se centre solo en identificar y predecir los brotes de Covid-19. La abundancia de los datos también permitirá al HHS y otros sectores del gobierno federal vigilar cualquier cosa que los estadounidenses elijan ingerir o verter por el desagüe. 

Estado de “Biovigilancia” 

En la estela de los ataques del 11 de septiembre, la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa del Pentágono (DARPA), en una estrecha colaboración con la comunidad de inteligencia estadounidense, comenzó a desarrollar un enfoque “precrimen”, para combatir el terrorismo, conocido como “conciencia total de la información” (TIA, por su sigla en inglés). Antes de que el plan fuera disuelto solo meses después de que comenzara a funcionar debido a la preocupación generalizada de que debilitaría el derecho a la privacidad y a las libertades civiles en general, TIA incluyó un programa llamado      “Biovigilancia”.

El programa Biovigilancia tenía como objetivo “desarrollar tecnologías de información necesarias y el prototipo resultante capaz de detectar la liberación encubierta de un patógeno biológico de forma automática. y mucho más temprano que los enfoques tradicionales”. Esto se logra llevar a cabo “al monitorear fuentes de datos que no son tradicionales”, incluyendo “datos de prediagnóstico médico” e “indicadores de comportamiento”.  Aunque tradicionalmente se enfocó en “ataques bioterroristas”, “Biovigilancia” de TIA también buscó adquirir capacidades de detección temprana para brotes de enfermedades “normales” que eventualmente se podrían automatizar.

Como escribió en 2003 la asociación sin fines de lucro AFCEA sobre el programa, el esfuerzo de “Biovigilancia” se enfoca mayormente en la minería y el estudio de fuentes de datos no convencionales como la venta sin receta de medicamentos, alimentos asociados con enfermedades y niveles de absentismo escolar. Los investigadores están examinando una variedad de diferentes fuentes de datos, junto con información convencional utilizada en epidemiología para proporcionar alertas y detecciones tempranas de eventos de bioterrorismo, así como brotes de enfermedades naturales.

Dado lo que se ha mostrado en este artículo, HHS Protect y su incursión más reciente hacia la vigilancia de aguas residuales parece ser una conveniente modificación de un programa post 9/11 (TIA) que fue tan escandalosamente invasivo que el Senado lo cerró después de una gran protesta pública. Todo esto parece especialmente probable dado que el rol excesivo de Palantir, un contratista del gobierno que está profundamente vinculado con la CIA, y el hecho de que HHS Protect, que Palantir ayuda a gestionar, se ha mantenido lejos de todo el escrutinio público.

Si bien el miedo al terrorismo en los años posteriores al 9/11 no fue suficiente como para continuar con TIA y sus programas, incluido “Biovigilancia”, muchos de sus componentes fueron entregados de forma encubierta a varias agencias y proveedores de inteligencia de Estados Unidos. Convenientemente para aquellos en el gobierno que respaldaron con entusiasmo a TIA y sus sucesores secretos. La actual crisis del coronavirus ha llevado al miedo público a niveles similares a lo que fue a finales del 2001.Sin embargo, en contraste con los efectos del 9/11, el enemigo invisible ya no es un terrorista anónimo escondido en alguna caverna, sino que es un microbio que puede habitar en cualquier lugar de nuestro entorno o dentro de nuestros cuerpos. Si bien, la vigilancia posterior al 9/11 tenía como objetivo oficial interceptar las comunicaciones terroristas antes de que pudiera ocurrir un ataque, la promoción de la vigilancia que se está viendo actualmente, bajo el disfraz de luchar contra el Covid-19, busca cada vez más monitorear lo que entra, sale y ocurre dentro de nuestros propios cuerpos.

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